Prognato, ta
Referido a una persona, que tiene salientes las mandíbulas.
Un prognato es el mueso de toda la vida, vamos.
Carlos V es un gran ejemplo de prognato. Mira qué mandíbula tenía:
El cuadro se llama “Retrato del Emperador Carlos V”, lo pintó Lucas Cranach el Viejo en 1533 y lo encuentras en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Dicen que Carlos V estaba muy acomplejado por el prognatismo. Que hablaba raro, que siempre estaba con la boca medio abierta, que tenía dificultades para masticar y tragar y que normalmente comía solo porque supongo que era todo un show verle comer.
Todo esto lo cuenta Francisco Alonso Fernández, egregio psiquiatra, en su libro Historia personal de los austrias españoles.
Patán, el perro pulgoso de los Autos Locos, era prognato y lo llevaba mucho mejor que Carlos V. Se reía mucho y se lo pasaba muy bien, una demostración de que el prognatismo no tiene por qué provocar complejos.
Pero no hace falta ser emperador ni perro para ser prognato. Yo he conocido a mucha gente prognata. En el colegio tenía una compañera de clase que, más que prognata, era prognatísima. He visto deportistas que se han pasado con los esteroides y que han desarrollado prognatismo. Y también he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. Pero esa es otra historia.
La buena noticia es que si tienes una mandíbula prognata y tu médico un poco de sentido común y sensibilidad, te pueden derivar al maxilofacial y operarte. Aunque si no te causa problemas, te puedes quedar con tu mandíbula sandunguera porque también he conocido a quien le parece lo más sugerente del planeta.